La Theotokos. Madre de Dios
Theotokos es el título que la Iglesia cristiana temprana le dio a María en referencia a su maternidad divina, título que se definió dogmáticamente en el Concilio de Éfeso de 431. Significa en griego antiguo, Θεοτόκος, en latín, Deīpara o Deī genetrix. Significa Madre de Dios, literalmente "la que dio a luz a Dios".
En la primera comunidad cristiana, mientras crece entre los discípulos la conciencia de que Jesús es el Hijo de Dios, resulta cada vez más claro que María es la Theotokos, la Madre de Dios. Se trata de un título que no aparece explícitamente en los textos evangélicos, aunque en ellos se habla de la «Madre de Jesús» y se afirma que él es Dios. Por lo demás, presentan a María como Madre del Emmanuel, que significa Dios con nosotros. Ya en el siglo III, como se deduce de un antiguo testimonio escrito, los cristianos de Egipto se dirigían a María con el nombre de la Theotokos.
En el siglo IV, el término Theotokos ya se usa con frecuencia tanto en Oriente como en Occidente. La piedad y la teología se refieren cada vez más a menudo a ese término, que ya había entrado a formar parte del patrimonio de fe de la Iglesia. Por ello se comprende el gran movimiento de protesta que surgió en el siglo V cuando Nestorio puso en duda la legitimidad del título «Madre de Dios». Esa verdad fue profundizada y percibida, ya desde los primeros siglos de la era cristiana, como parte integrante del patrimonio de la fe de la Iglesia, hasta el punto de que fue proclamada solemnemente en el año 431 por el concilio de Éfeso. Cuando proclama a María «Madre de Dios», la Iglesia profesa con una única expresión su fe en el Hijo y en la Madre. Con la definición de la maternidad divina de María los Padres conciliares querían poner de relieve su fe en la divinidad de Cristo.
«Él a quien todo el universo no podía contener, fue contenido en tu matriz, oh Theotokos»
A partir del siglo V, poco después que el Concilio de Éfeso proclamara a María con el título de Theotokos, se comienza a atribuirla el título de Reina. Precisamente en la escena de la adoración de los Magos, san Mateo presenta a María a sus lectores judíos, implícita pero claramente, como la nueva gebiráh del reino mesiánico que Jesús va a instaurar con su venida al mundo. En efecto, si nos centramos en los aspectos marianos de este pasaje, advertimos dos características muy significativas. Por una parte, todo el pasaje de los Magos está centrado en el homenaje que se desea rendir al «Rey de los judíos»; un rey de la estirpe de David y profetizado como Rey-Mesías en el AT. Y, por otra, la protagonista es María y el Niño, sabiendo que san Mateo tiene como protagonista de su Evangelio de la Infancia a san José. Aquí desaparece de la escena del relato, y no es razonable suponer que el santo Patriarca estuviera ausente en un momento tan importante y delicado.
Muchos Padres de la Iglesia primitiva utilizaron el título de Madre de Dios para referirse a María por lo menos desde el siglo III.
- Aparece en la oración mariana más antigua que se conserva, el Sub tuum praesidium quizás compuesta hacia 250.
- Orígenes es a menudo citado como el primer autor que utilizó Madre de Dios para María aunque el texto en que se basa esta afirmación puede no ser cierto.
- Dionisio de Alejandría utiliza Madre de Dios en alrededor del 250, en una epístola a Pablo de Samosata.
- Atanasio de Alejandría en 330, Gregorio el Teólogo en 370, Juan Crisóstomo, en 400, y San Agustín, utilizaron Madre de Dios.
- Teodoreto escribió en 436 que llamar a la Virgen María, Madre de Dios es una tradición apostólica.
Dogma Mariano
El título le fue concedido solemnemente a María en el Concilio de Éfeso de 431 al ser proclamado el dogma cristológico. El significado teológico en ese momento fue enfatizar que el hijo de María, Jesús, era completamente Dios, y también completamente humano, tal y como había sido afirmado en el Concilio de Nicea I de 325, y que sus dos naturalezas (humana y divina) estaban unidas y eran inseparables en una sola persona de la Santísima Trinidad. Jesús desde su concepción tenía las dos naturalezas, la divina y la humana, de tal forma que cuando Él nació, María «La Virgen» fue «Theotókos». Con la salvedad de que llamar a María «Madre de Dios» no intentaba sugerir que María sea coeterna con Dios, o que existió antes que Jesucristo o Dios Padre.
Solemnidad
La Solemnidad de Santa María, Madre de Dios (Theotokos) se inició en las Iglesias orientales alrededor del año 500. En el rito romano se celebra el 11 de octubre. Con la reforma de Pablo VI, Juan Pablo II lo trasladó al día de la octava de la Navidad, 1 de enero.
Comentarios
Publicar un comentario